82 imágenes de Padre Nuestro, Ave María, Credo, lindas oraciones

Imágenes de Padre Nuestro, Ave María, Credo, lindas oraciones. Las oraciones son una forma de comunicarnos con Dios y fortalecer nuestra fe.
A continuación, te presentamos frases de Padre Nuestro, Ave María, Credo y otras lindas oraciones para inspirarte y conectarte con lo divino.
Padre Nuestro
«Padre nuestro que estás en el cielo, santificado sea tu nombre.»
«Venga a nosotros tu reino, hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo.»
«Danos hoy nuestro pan de cada día.»
«Perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden.»
«No nos dejes caer en tentación y líbranos del mal.»
Ave María
«Dios te salve, María, llena eres de gracia, el Señor es contigo.»
«Bendita tú eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.»
«Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.»
Credo
«Creo en Dios Padre todopoderoso, creador del cielo y de la tierra.»
«Creo en Jesucristo, su único Hijo, nuestro Señor.»
«Fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, nació de Santa María Virgen.»
«Padeció bajo el poder de Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y sepultado.»
«Al tercer día resucitó de entre los muertos.»
«Subió a los cielos y está sentado a la derecha de Dios Padre todopoderoso.»
«Desde allí ha de venir a juzgar a los vivos y a los muertos.»
«Creo en el Espíritu Santo, la Santa Iglesia Católica, la comunión de los santos, el perdón de los pecados, la resurrección de los muertos y la vida eterna. Amén.»
Otras lindas oraciones
«Señor, haz de mí un instrumento de tu paz.»
«Jesús, en ti confío.»
«Señor, dame la serenidad para aceptar las cosas que no puedo cambiar, el valor para cambiar las cosas que puedo y la sabiduría para conocer la diferencia.»
«Dios mío, yo creo, adoro, espero y os amo. Os pido perdón por los que no creen, no adoran, no esperan y no os aman.»
«Señor, enséñame a ser generoso, a dar sin medida, a luchar sin preocuparme de las heridas, a trabajar sin descanso, a vivir sin esperar recompensa, excepto la de saber que hago tu santa voluntad.»